Tener unas uñas sanas y fuertes no solo es cuestión de estética, sino también de salud. Muchas veces, sin darnos cuenta, cometemos errores que debilitan nuestras uñas y hacen que se quiebren o se vean descuidadas. Aquí te contamos los más comunes y cómo evitarlos.
1. Morderse las uñas
Este hábito no solo arruina su apariencia, sino que también las debilita y favorece la aparición de infecciones. Si te cuesta dejar de hacerlo, prueba con esmaltes con sabor amargo o mantén tus uñas siempre arregladas para evitar la tentación.
2. No usar base protectora
Aplicar esmalte sin una base protectora puede hacer que tus uñas se manchen o se vuelvan quebradizas. Una buena base ayuda a fortalecerlas y a prolongar la duración del esmalte.
3. Usar quitaesmaltes con acetona en exceso
La acetona reseca las uñas y las vuelve más frágiles. Opta por quitaesmaltes sin acetona y asegúrate de hidratar tus uñas con aceite de cutícula después de remover el esmalte.
4. No hidratar las cutículas
Las cutículas protegen las uñas de infecciones, por lo que cortarlas en exceso puede ser perjudicial. En su lugar, empújalas suavemente y aplica aceite hidratante para mantenerlas sanas.
5. Exponer las uñas a productos químicos sin protección
Si realizas tareas domésticas con productos agresivos como lejía o detergentes, usa guantes para proteger tus uñas y evitar que se debiliten o se tornen quebradizas.
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